15 mar 2012

Sobre el aspectismo



“Sólo se ve bien con él corazón. Lo esencial es invisible a los ojos” 

Antoine de Saint-Exupéry




Cuando el aspecto juega tus cartas 

Otro ejemplo: «Multinacional. Líder en diseño de interiores. Pensamos en un profesional con experiencia comercial, alto nivel de inglés y disponibilidad para viajar. Buena presencia». Lo que en apariencia es el texto de una oferta de trabajo común deja para algunos entrever uno de los rasgos discriminatorios más frecuentes y menos reconocidos: la exclusión por apariencia física. Son casos díficiles de demostrar ante un tribunal, cuya protección jurídica no resulta del todo efectiva y que socialmente pueden conllevar un alto grado de desgaste psicológico. Aquel «se requiere buena presencia» es, para quien lo sufre de manera frecuente, un total rechazo a la apariencia física que las empresas emplean de manera encubierta aunque desde el otro lado se intuya como un mero requisito más para ocupar un empleo.
Evidentemente, la historia cambia dependiendo del cristal con que se mire. Lo que para algunos es una actitud discriminatoria es, para otros, una frase sin importancia que atiende a las necesidades de determinados puestos. «No todo es discriminación –sentencia Giménez Glück- es importante que lo sepamos a la hora de poder juzgar. Cuando hablamos de discriminación nos referimos a la utilización arbitraria e irrazonable de un rasgo. Si una empresa te contrata y necesita buena apariencia no es discriminación, dado que esto puede ser para cierto puesto una cualidad tan importante como cualquier otra».
Miguel Muñoz, presidente de la Asociación Nacional de Obesidad y Sobrepeso (Andos), uno de los colectivos más afectados por casos de discriminación por apariencia física, señala éste como uno de los principales problemas: «Es muy difícil demostrar ante un juez que no te han contratado por ser gordo. El rechazo social es constante, pero en el ámbito laboral es, si cabe, más doloroso».
Igual que él, Gisela Aibar, miembro de la asociación, destaca que «realmente existe este tipo de discriminación por apariencia física aunque la sociedad no quiera o no pueda verlo». El concepto «buena presencia» puede asociarse a una necesidad de la empresa, pero no siempre. «Casi nunca se une al hecho de ir bien peinado, vestido o perfumado, si no que se refiere más a la apariencia física, a ser feo, guapo, obeso, da igual qué ropa te pongas. Uno de mis jefes me comentó cierto día que me habían contratado aunque le habían dicho que yo era "grande". Eso no se puede consentir».

El aspectismo o discriminación por el aspecto físico, es actualmente la forma de discriminación más extendida en el mundo. En la escuela, la calle, el ambiente laboral, se ha puesto “de moda” premiar a la belleza y castigar a la fealdad. 

Muchas son las condiciones que convierten al aspectismo en el tipo más grave de discriminación: 

1. Está afectando a la sociedad en todos sus ámbitos. Hay víctimas del aspectismo en todos los espacios de desarrollo de la vida humana 

2. Psicólogos y sociólogos americanos han concluido que el aspectismo ha superado de modo alarmante al racismo y el sexismo. 

3. Es difícil de reconocer y aceptar, se desarrolla en silencio, convirtiéndose éste en caldo de cultivo para su expansión



Fuentes: http://www.abc.es/20100713/sociedad/igualdad-201007071536.html


1 comentario:

  1. Yo encuentro muy valioso el aporte de este blog en cuanto a alertar sobre el alto costo de la DISCRIMINACION, porque ésta siempre nace de la parte menos valiosa y nutritiva de la humanidad. Yo estoy en la misma línea que ustedes, y hace poco incluí un spot sobre el tema en mi blog, que les invito a leer, comentar, copiar, difundir, criticar o lo que quieran. Un cordial saludo. Gustavo.
    http://lobigus.blogspot.com/

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